Diario de
viaje
“Hay un comenzar, un
continuar y un finalizar. Existen líneas de vida y experiencia que se cruzan o
conviven en el mismo momento sin siquiera hacerse presentes en la conciencia.
Hay burbujas del inconsciente que suben a la superficie, se dan a conocer, se
exponen a ser rechazadas o aceptadas. Esas preciosas burbujas se abren,
explotan y luego desaparecen tan misteriosamente como vinieron si la conciencia
no las acepta, las observa, trabaja e integra a la vida cotidiana. El oído
atento, el cuerpo blando, se disponen a recibir lo que está al borde de ser
develado desde la profundidad: dolor, recuerdos, heridas, núcleos traumáticos,
fístulas a veces purulentas de odio contenido durante épocas en lo profundo del
músculo, en lo arcano de las células.
¿Qué viaje es éste que
no necesita valijas? Un viaje con la propia casa a cuestas; como la de la
Baba Yagá , la bruja de Vasalisa, con los placares y estantes repletos de
información olvidada, registros secretos, cerrados con precaución para evitar
que lo más doloroso y frágil sea expuesto a destiempo.
Es un viaje de millas y
millas, no tiene premio de ninguna aerolínea, sólo el deseo de saber la Verdad , ver lo crudo de la
propia historia, ver los aspectos más desarrollados y menos desarrollados del
ego danzante, que se desdobla en mil máscaras, en mil caras, cada cual con su
criterio, sus deseos, su intención. Un carnaval temible a veces, de espanto,
terror, pánico, miedo, culpa, castigo, atropello, abandono, carencia, tristeza,
depresión, rabia, bronca, ataque, defensa.
Una fiesta otras
veces, de exaltación, danza, alegría, fortaleza, arrojo, determinación,
constancia y deseos de atravesar el mundo de un golpe. Lo peor y lo mejor, lo
negro y lo blanco, Los opuestos. No hay separación. Hay manifestaciones de una totalidad…”
by Mabel 2017